La zona más apropiada para la multiplicación de estas semillas se extiende desde Santiago hasta Talca, 260 kms más al sur de Santiago aproximadamente entre las latitudes 35 y 36.
El clima es de tipo mediterráneo o californiano, seco en verano (octubre a marzo) y lluvioso el resto del año.
Esta zona es un largo valle, angosto y muy fértil que se extiende al pie de la Cordillera de los Andes con muy buenos y profundos suelos de aluvión, temperaturas suaves, no muy altas en verano (30 a 32 grados Celsius) y frescas la noche (12 a 14 grados Celsius).
Los suelos cultivados son totalmente regados por surcos gracias al agua proveniente de las nieves eternas de la cordillera.
La ausencia de lluvia en verano y el tipo de riego por surco permiten producir semillas de excelente calidad, sin enfermedades fungosas.
La geografía del país, el desierto en el Norte, el Antártico en el Sur, la Cordillera de los Andes en el Este y el océano en el Oeste son barreras naturales impermeables a la introducción de nuevas enfermedades.
Además, no existe riesgos de granizo o tormentas violentas que pueden afectar el buen desarrollo de los cultivos en estos periodos de crecimiento.